miércoles, 12 de junio de 2013

Llega el Ariel a Atenco.


San Salvador Atenco, Estado de México. Los habitantes de San Salvador Atenco poco a poco se reúnen en la plaza principal del pueblo. Una llamada de Ignacio del Valle, del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra –quien se encuentra en España-, se atraviesa en medio del acto que comienza a su desarrollo para hablarle a los presentes. Esta vez no se reúnen en asamblea, sino para celebrar un acontecimiento que también es político: la premiación como mejor corto documental de “Atenco, la herida se mantiene abierta”, del director Alberto Cortés. “Es un premio que fortalece nuestra lucha”, señala Trinidad Ramírez, del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y personaje que guía la obra cinematográfica.

El premio llega en un momento en que se reactiva el proyecto del aeropuerto (ahora denominado “Ciudad Futura”) y en que las autoridades llaman a declarar nuevamente a los habitantes de San Salvador Atenco que sufrieron la represión “como una forma de intimidarnos”, denuncia Trinidad Ramírez.

Para Trini, es muy importante que el documental llegara a la Academia Cinematográfica, un espacio que tiene intereses distintos a los del pueblo. Ahí “se ratifica quién fue el autor que ordenó la represión, la violación, las torturas y la muerte contra nosotros”, apunta. “Reconocemos el trabajo que hizo Alberto, que en tan poco tiempo muestra qué es Atenco, la lucha que lleva y que sí podemos enfrentar a los poderosos”. Para el realizador, fue muy significativo y gozoso que Ramírez apareciera en Bellas Artes para transformar la premiación en un acto político.

Hace 30 años, Cortés –realizador también de Corazón del Tiempo- ganó el mismo premio por la obra La Tierra de los Tepehuas. “Estoy muy contento de que esto pase tres décadas después con un corto que involucra la lucha de Atenco y al personaje de Trini, que nos sorprendió a todos”, señala el director, quien con este corto concebido para la red se propuso la labor de remarcar el conflicto, “y por eso se llama ‘La herida se mantiene abierta’, para recordarnos que mientras no cierre, va a estar todo muy difícil”.

El director del filme tenía materiales grabados sobre la lucha de Atenco y la figura de Trinidad Ramírez cuando llegaron los diálogos entre el Movimiento por la Paz y el Estado en el Castillo de Chapultepec. “Su discurso se perdió entre besos y representantes de partidos, cuando fue muy importante su forma de confrontar a Enrique Peña Nieto”, recuerda Cortés. Fue cuando decidió retomar el proyecto junto con su equipo para que el discurso no quedara en el olvido.

El resultado fue un corto muy sintético, hecho para la red (no se exhibió en ninguna sala hasta antes de obtener el premio Ariel) y con un marco histórico de la lucha del pueblo de Atenco con acento en Trinidad Ramírez como mujer dirigente social. Se presentó en la Universidad Iberoamericana y a través de la página de Desinformémonos. “El premio le dio notoriedad y a partir de aquí va a correr de otra manera”, considera Alberto Cortés, mientras la gente se agrupa puño en alto alrededor de la estatuilla del Ariel para gritar “Libertad, a los presos por luchar”.

El documental, señala Cortés, va más allá de la mera entrevista. Enfrenta a Trinidad con las imágenes de la lucha y la represión contra el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y contra lo que dijeron los medios masivos sobre su gente. “Se nos reveló una mujer extraordinaria, que pasó casi de ser ama de casa a aprender a hacer política en una situación muy difícil para su familia y su movimiento”.

Cae la tarde en Atenco. La gente espera, entre canciones y discursos, a que caiga la noche y traiga la oscuridad suficiente para proyectar los 20 minutos del corto. Parte del equipo de cineastas que construyó Atenco se pasea por la explanada, coloca sillas y saluda a la gente. Se escuchan denuncias sobre la inseguridad que vive el municipio y la necesidad de organizarse más para estar a salvo. Los invitados de otros lugares siguen las consignas que lanzan los oradores.

Los atenquenses agradecen a Cortés y el equipo de cineastas por el trabajo. Al micrófono, agradecen su valiente labor, señalan, porque no es fácil enfrentar a quienes no quieren que se sepa de la lucha del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, como Televisa. Se escuchan gritos de apoyo y la estatuilla del Ariel pasa entre los habitantes, que se fotografían con ella.

 “Los movimientos a veces suben y otras, bajan. A nosotros, en este momento, el premio nos hace más fuertes”, señala Trini. Con la proyección en la plaza, “vamos a recordar lo que vivimos y lo que sentimos el día que amanecimos con un proyecto de aeropuerto”. La dirigente confía en que haya “muchos como Alberto, que vengan a escuchar a todas las voces que hay acá, porque no somos sólo Trini o Nacho”.

Al fondo, se oye a los habitantes de Atenco, a quienes estuvieron con ellos en 2006 y a los invitados cantar a voz en pecho: “El pueblo, unido, jamás será vencido”.

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