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jueves, 5 de abril de 2018

Vamos a defender la tierra sagrada de nuestros abuelos y nuestros hijos, nuestra lucha es por la vida. No al #AeropuertoDeMuerte

A los medios de comunicación
A las organizaciones y movimientos sociales de México
A todas y todos los que defienden la vida y la tierra

Agradecemos la asistencia a esta convocatoria a todos los medios presentes.

En medio del panorama que tenemos en el país, en una coyuntura electoral que está a la vuelta de los días, los pueblos que resistimos y luchamos contra los despojos que se operan desde el mismo Estado, en este caso la construcción del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM), tenemos que abrirnos paso para hacer escuchar nuestra voz, sobre todo cuando los distintos actores políticos que contienden por la silla presidencial se disputan cifras, datos, verdades y mentiras como si antes nadie más las hubiera advertido o denunciado.

De uno y otro partido saltan declaraciones para retar a su oponente, y nuevamente, como lo hacen siempre, desprecian a los pueblos que sufrimos las consecuencias de una obra faraónica, corrupta e inmoral como el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM).

Los tres niveles de gobierno (municipal, estatal y federal) e instituciones como la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Secretaria de Desarrollo Social, el Registro Agrario Nacional, la Procuraduría Agraria, la Comisión Nacional del Agua, el Instituto Nacional de Antropología e Historia  y ni se diga la Secretaria de Gobernación, el Centro de Información y Seguridad Nacional, por mencionar algunas, saben perfectamente que desde hace 17 años los pueblos conformados en el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra nos hemos opuesto a la construcción ilegal del NAICM –justo ese es el motivo por el que nace dicho Frente- y durante estos 17, años en las contadísimas ocasiones que se han dejado mirar a la cara los distintos representantes de las mencionadas instituciones, han tenido que fingir que escuchan nuestra denuncia y exigencia para detener ese aeropuerto. Por supuesto, nunca nos han escuchado en realidad. Es decir, instituciones y gobierno, saben de la existencia de los pueblos que luchamos, que resistimos y que tenemos razones objetivas para oponernos, pero les ha valido más coludirse y armar una estrategia para despojarnos, reprimirnos y lavarse las manos, antes que ceder a la razón, la verdad, el derecho y la justicia.

El debate sobre la corrupción y opacidad que cimienta el NAICM y que hoy cobra mayor atención por el contexto en que se dice, es algo que los pueblos hemos denunciado hasta el cansancio, y que no termina en las mafia-familias del PRI y del PAN que sostienen negocios millonarios con empresas trasnacionales además de sus negocios particulares, pues la corrupción pasa por todas las artimañas que siembran en las comunidades, donde las autoridades se han corrompido y de manera ilegal e inmoral están firmando papelitos a nombre de las mayorías. La mentira, igual que las grandes operaciones y fraudes financieros, debería ser castigada, y el señor Enrique Peña Nieto, si un día de estos no es condenado a cárcel por tanta impunidad y crímenes de los que es parte y ha sido omiso, definitivamente será castigado por mentiroso, pues afirmó que los pueblos no seríamos afectados por su obra aeroportuaria.

Llevan menos del 10% de su plan de construcción, y ya vemos las graves afectaciones a nuestros pueblos: se acaban nuestros cerros, roban nuestra agua, contaminan nuestros suelos, abren caminos por nuestros pueblos y por nuestros ejidos, ocasionan accidentes, desprecian la voz y las necesidades de nuestros habitantes. Sabemos que tienen en  la mira el despojo y nuestra desaparición total, para construir ahí sus hoteles y sus centros comerciales.

Este proyecto de aeropuerto está manchado de sangre. Todos omiten en el debate el recuerdo de aquel vergonzoso mayo de 2006, cuando fuimos reprimidos con brutalidad, cuando soltaron a sus bestias para mancillar nuestros pueblos, nuestras propiedades, nuestra intimidad, nuestra tranquilidad, y la dignidad de nuestras mujeres. Nadie quiere recordar que las imágenes de la sanguinaria represión  le dieron la vuelta al mundo para descrédito del gobierno mexicano, y todavía hoy existen demandas en cortes internacionales por aquella atrocidad. Cuando hablan de progreso y viabilidad, de inversiones y de negocios, ocultan que hablan también del asesinato de niños, de la violación tumultuaria, de ríos de sangre y de años de injusta prisión. A eso tuvieron que recurrir para imponer su proyecto de aeropuerto.

El día de hoy, en el marco de la Jornada por la Defensa de la Tierra y en Contra del Aeropuerto, volvemos a reafirmar lo que por 17 años no sólo decimos, hacemos: VAMOS A DEFENDER LA TIERRA SAGRADA DE NUESTROS ABUELOS Y NUESTROS HIJOS. Llegue quien llegue a esa silla presidencial tendrá que saber –si es que lo dudan esos candidatos- que a escasos 30 kilómetros de la Ciudad de México, allí, donde imponen una barda perimetral de su gran negocio, nosotros somos los dueños legales y auténticos y por derecho vamos a defender nuestro territorio y vamos a dar pelea contra todos los males que su fraude ya nos comete, en todo lo que a ustedes no les interesa ni tienen mayor empacho de destruir y desaparecer.

El agua, los cerros, la tierra, la fauna, la flora, el aire, la lluvia y  nuestra convivencia con ese entorno NO ESTÁ EN VENTA, y si su idolatría por los dineros y sus intereses políticos no les alcanza para ver el problema de manera integral y profunda, seguiremos insistiendo otros 17 años en que el aeropuerto es la muerte misma, y para entonces será un crimen de lesa humanidad por haber despreciado e ignorado la voz de los pueblos.

No estamos solos, justo porque hay mujeres y hombres que, dedicados a la investigación científica, reafirman aquello que hemos dicho con nuestras palabras sencillas y coloquiales, a nuestro lado, (además de tener a muchas hermanas y hermanos con quienes nos encontramos en la lucha por un México con justicia, libertad y dignidad), están también los esfuerzos para honrar la verdad científica, que en este país tan miserable en las estaturas que nos gobiernan, quieren transformar en cosa de esoterismos.

De nuestro lado, del lado del pueblo, con los de abajo, también existen estudiosos en los distintos temas de los que debería estarse discutiendo antes de edificar una mega obra de muerte por decisión política y económica. Antropólogos, biólogos, ingenieros, arquitectos, arqueólogos, economistas, trabajadores de la salud, abogados,  están junto a nosotros y como la verdad científica no es más objetiva con o sin togas, con renombres o sin ellos, les queremos decir que nosotros, gente de a pie, nos sentimos más que listos a dar el debate y defender con pruebas de distintas disciplinas la verdad que todo estos años se ha negado, ocultado y distorsionado, para privilegiar el chantaje de que sin el aeropuerto, el país se derrumbaría. Cuando lo que verdaderamente lo tiene hundido es la impunidad, la corrupción y los fraudes que nos cometen a cada instante, esos que viven del dinero y humillación del pueblo.

Para nosotros, la construcción del aeropuerto no es un cálculo financiero o un reto de ingeniería, es una cuestión de vida o muerte, y esto no es una metáfora. Su construcción significaría la desaparición total de nuestros pueblos ancestrales, de nuestra tierra, de nuestra cultura.

A pesar de la brutal represión que hemos sufrido en varios momentos a lo largo de estos 17 años de lucha constante, nuestros pueblos no se han rendido. Nuestra lucha es por la vida, y ese objetivo nos impulsa a seguir en la defensa de la tierra, así sea en contra de todo el terror y la prepotencia de los poderosos.

Frente a la devastación y la muerte que ellos llaman progreso, frente a los kilómetros de asfalto y los millones de pesos que se gastan para crear servicios al alcance de unos pocos, nosotros defendemos nuestro derecho a existir, a recrear nuestras tradiciones y nuestra forma de
vida. No queremos regresar al pasado o mantenernos ajenos al avance de la historia, pero defendemos nuestra propia idea de bienestar, que no tiene nada que ver con su corrupción para enriquecer a unos pocos. Nosotros luchamos por una prosperidad ligada a la tierra y a todos sus elementos, con los que convivimos y construimos la vida en común de nuestros pueblos. Más allá de las coyunturas electorales, mantendremos firme nuestra lucha contra el aeropuerto de muerte, contra la corrupción y el despojo, contra la represión y el abuso e poder, mantendremos siempre nuestra lucha por la vida.

Hacemos un llamado a todos los pueblos del campo y la ciudad para seguirnos encontrando y organizando, sólo nos tenemos a nosotros para salvar y defender lo que nos pertenece. Hacemos un llamado a toda la comunidad científica y de investigadores de México y el mundo para fortalecer y defender la razón, y tantos siglos de sapiensa contra el oscurantismo, de los que hoy conducen un carruaje de muerte llamado capitalismo.

En las siguientes semanas y meses vamos a seguir la batalla. Estamos convocando a la Jornada por la defensa de la tierra, los cerros, el agua, el respeto a los pueblos y en contra del aeropuerto, para que todas y todos construyamos una sola voz que les recuerde a los de arriba que SÍ EXISTIMOS Y PORQUE EXISTIMOS, LUCHAMOS POR LA VIDA DIGNA.

Desde aquí, también saludamos a todas las luchas hermanas, y de manera especial a las mujeres y hombres que después de una lucha ardua, lograron echar abajo un aeropuerto en Nantes, Francia, hoy ese pueblo de tantas cunas revolucionarias, lucha en las calles por sus derechos.

TIERRA SI, AVIONES NO

NO A LA CONSTRUCCIÓN DEL NUEVO AEROPUERTO EN TEXCOCO

LA TIERRA NO SE VENDE, SE AMA Y SE DEFIENDE


Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra.

5 de abril de 2018













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