martes, 2 de septiembre de 2014

Atenco, en defensa de la tierra por nuevo aeropuerto

Más de cinco mil hectáreas de predios son disputadas por el gobierno federal y la iniciativa privada a pobladores de San Salvador Atenco, Texcoco, Nezahualcóyotl y Chimalhuacán para iniciar la edificación de proyectos como la ampliación del AICM y Ciudad Futura.




SAN SALVADOR ATENCO, Méx.— Es la inmensidad del terreno plano, la provincia a un lado de la ciudad, tierras que algún día albergaron el lago de Texcoco y que hoy en día están en la mira del “progreso”.

Más de cinco mil hectáreas de predios son disputadas por el gobierno federal y la iniciativa privada a pobladores de San Salvador Atenco, Texcoco, Nezahualcóyotl y Chimalhuacán para iniciar la edificación de proyectos como la ampliación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y Ciudad Futura.

La superficie se ubica en los límites de la ciudad de México con Texcoco y San Salvador Atenco, al oriente del Valle de México.

Parte de la zona son terrenos federales donde se ubican el Parque Ecológico Lago de Texcoco y el lago Nabor Carrillo. El resto son tierras ejidales y comunales de los municipios mencionados, así como una pequeña porción de Acolman.

Es una superficie salitrosa, que durante cientos de años formó parte del lago de Texcoco, pero poco a poco los pobladores lograron fertilizarla y comenzaron a sembrar maíz, frijol, calabaza, cebada, trigo, avena, tomate, jitomate, cebolla, pepino y trigo.

Los campesinos iniciaron una prueba piloto para sembrar espárragos en una hectárea. Creen que la tierra, aunque salitrosa, tiene gran potencial productivo y con apoyo económico y de infraestructura pueden cultivar alga espirulina, nopal y romero, además de extraer tequesquite.

“Este es nuestro terreno de cultivo, esto es comunal”, dice Adán Espinoza Rojas, dirigente del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), quien desde una pequeña loma extiende el brazo para mostrar una gran planicie.

Asegura que los quieren despojar de sus campos de cultivo debido a la cercanía con la capital.
Espinoza Rojas expresa que la lucha del FPDT inició en 2001 y aún no termina. Por el contrario, junto con otras organizaciones se alistan para la defensa de la tierra.

“Todo lo que ven se lo quiere llevar el proyecto Ciudad Futura”, afirma el dirigente.
La planicie en disputa está rodeada de cerros y el agua de lluvia se acumula en ella. Un geólogo consideró que en el lugar existe un manto freático con capacidad para suministrar agua a la ciudad de México durante 100 años.

El líder campesino reitera: “Se trata de una planicie que para sus proyectos el construir no significaría invertir costos elevados. Estamos en una provincia, pero en 20 minutos llegamos a la capital. Está tan cerca que esa es nuestra desgracia. ¿Qué es lo que quieren hacer?, despojarnos de nuestra tierra porque está cerca de la capital”.

El pasado 1 de junio ejidatarios de Atenco aprobaron en asamblea el cambio del uso de suelo de mil hectáreas de predios ejidales.

El FPDT asegura que en la asamblea participaron personas ajenas y que el cambio del uso del suelo abre la puerta para que los ejidatarios y posesionarios puedan vender sus terrenos

Miguel Medina Silva, tercer delegado de San Salvador Atenco, relata que existe un “trabajo” hormiga del Comisariado Ejidal de Atenco para presionar a los ejidatarios a vender sus tierras.

Dice que en 2001 les ofrecían siete pesos por metro cuadrado y actualmente 200 pesos por metro cuadrado. Algunos han entregado copia de sus papeles y otros están decididos a no vender, muchos todavía analizan al respecto.

Menciona que ejidatarios de Santa Isabel Ixtapa y Nexquipayac ya vendieron parte de sus tierras.
En 2009, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) inició la compra de terrenos para crear una zona de mitigación y emprender con el rescate ecológico en el lago de Texcoco. La intención de las autoridades federales es adquirir más de dos mil hectáreas de los ejidos Santa Isabel Ixtapa, Nexquipáyac, Atenco, Ampliación San Bernardino, Chimalhuacán y Huexotla.

El gobierno federal también analiza ampliar el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, lo que se realizaría en predios federales.

“El proyecto sigue siendo el mismo: el aeropuerto. Le cambian nombres, como proyecto Lago Ecológico, Ciudad Futura, pero todo es lo mismo, el despojo de la tierra por parte del gobierno federal. Nosotros seguimos luchando, defendiendo la tierra”, asegura el dirigente del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra.

La estrategia del FPDT es combinar la lucha legal, asesorados por especialistas, con movilizaciones.
Por ello los activistas impugnaron ante el Tribunal Unitario Agrario la asamblea del 1 de junio, donde se cambió el uso del suelo y dominio pleno de mil hectáreas, situación que también los llevó a interponer un amparo al respecto.

El pasado 22 de agosto se realizó audiencia en torno al citado amparo en el Tribunal Unitario Agrario con sede en Texcoco. El FPDT marchó de su comunidad y fue recibido en Texcoco por ejidatarios, priístas y supuestos golpeadores, jóvenes del mismo pueblo a los que presuntamente pagaron para agredir al movimiento.

El FPDT igualmente prepara un amparo colectivo de todas las comunidades involucradas: Atenco, Nexquipáyac, Acuexcomac, La Magdalena y Tocuila, entre otras.

“Nuestro objetivo es decir a los gobiernos estatal y federal que no estamos de acuerdo con el despojo que están haciendo, con las formas tan sucias que están utilizando para aprovecharse de la necesidad de las personas”, subraya Rojas.

Medina Silva coincide que si bien el supuesto progreso llegará a toda esta región del Valle de México, muchos pobladores quedarán excluidos de sus beneficios.

“Si así va a ser el progreso va a estar medio canijo, que nos prometan progreso pero que también nos digan ‘tienes que pagar por él’. ¿Y el dinero público y las obras públicas? Nada más nos vamos a quedar viendo a los que puedan pagar, porque hay más que no pueden pagar, ni empleo hay”, insiste.

Espinoza Rojas advierte que el proyecto de Ciudad Futura incluye todo, incluso el aeropuerto, en predios que van de Chimalhuacán hasta Acuexcomac, Atenco, donde habrá complejos comerciales, habitacionales, lagos y clubes de golf.

“Es una ambición desmedida de los gobiernos federal y estatal en la que se quieren llevar todo. Como hemos dicho, pobre pueblo que sea dueño de algo que le interese a los políticos, porque en ese momento su ardid es decir que va a entrar el progreso”, enfatiza.

Concluye: “Le decimos al gobierno federal, representado por el presidente Enrique Peña Nieto, que si nos tiene que acabar que se apure, porque lo que está haciendo se llama despojo y no lo vamos a aceptar. Nuestros enemigos no son los del pueblo, el enemigo verdadero es el gobierno federal”.

 




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