Más de cinco mil hectáreas de predios son disputadas por el gobierno
federal y la iniciativa privada a pobladores de San Salvador Atenco,
Texcoco, Nezahualcóyotl y Chimalhuacán para iniciar la edificación de
proyectos como la ampliación del AICM y Ciudad Futura.
SAN SALVADOR ATENCO, Méx.— Es la inmensidad del terreno plano, la
provincia a un lado de la ciudad, tierras que algún día albergaron el lago de Texcoco y que hoy en día están en la mira del “progreso”.
Más de cinco mil hectáreas de predios son disputadas por el gobierno
federal y la iniciativa privada a pobladores de San Salvador Atenco,
Texcoco, Nezahualcóyotl y Chimalhuacán para iniciar la edificación de
proyectos como la ampliación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y Ciudad Futura.
La superficie se ubica en los límites de la ciudad de México con Texcoco y San Salvador Atenco, al oriente del Valle de México.
Parte de la zona son terrenos federales donde se ubican el Parque Ecológico Lago de Texcoco
y el lago Nabor Carrillo. El resto son tierras ejidales y comunales de
los municipios mencionados, así como una pequeña porción de Acolman.
Es una superficie salitrosa, que durante cientos de años formó parte del lago de Texcoco,
pero poco a poco los pobladores lograron fertilizarla y comenzaron a
sembrar maíz, frijol, calabaza, cebada, trigo, avena, tomate, jitomate,
cebolla, pepino y trigo.
Los campesinos iniciaron una prueba piloto para sembrar espárragos en
una hectárea. Creen que la tierra, aunque salitrosa, tiene gran
potencial productivo y con apoyo económico y de infraestructura pueden
cultivar alga espirulina, nopal y romero, además de extraer tequesquite.
“Este es nuestro terreno de cultivo, esto es comunal”, dice Adán
Espinoza Rojas, dirigente del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra
(FPDT), quien desde una pequeña loma extiende el brazo para mostrar una
gran planicie.
Asegura que los quieren despojar de sus campos de cultivo debido a la cercanía con la capital.
Espinoza Rojas expresa que la lucha del FPDT inició en 2001 y aún no
termina. Por el contrario, junto con otras organizaciones se alistan
para la defensa de la tierra.
“Todo lo que ven se lo quiere llevar el proyecto Ciudad Futura”, afirma el dirigente.
La planicie en disputa está rodeada de cerros y el agua de lluvia se
acumula en ella. Un geólogo consideró que en el lugar existe un manto
freático con capacidad para suministrar agua a la ciudad de México
durante 100 años.
El líder campesino reitera: “Se trata de una planicie que para sus
proyectos el construir no significaría invertir costos elevados. Estamos
en una provincia, pero en 20 minutos llegamos a la capital. Está tan
cerca que esa es nuestra desgracia. ¿Qué es lo que quieren hacer?,
despojarnos de nuestra tierra porque está cerca de la capital”.
El pasado 1 de junio ejidatarios de Atenco aprobaron en asamblea el
cambio del uso de suelo de mil hectáreas de predios ejidales.
El FPDT asegura que en la asamblea participaron personas ajenas y que
el cambio del uso del suelo abre la puerta para que los ejidatarios y
posesionarios puedan vender sus terrenos
Miguel Medina Silva, tercer delegado de San Salvador Atenco, relata
que existe un “trabajo” hormiga del Comisariado Ejidal de Atenco para
presionar a los ejidatarios a vender sus tierras.
Dice que en 2001 les ofrecían siete pesos por metro cuadrado y
actualmente 200 pesos por metro cuadrado. Algunos han entregado copia de
sus papeles y otros están decididos a no vender, muchos todavía
analizan al respecto.
Menciona que ejidatarios de Santa Isabel Ixtapa y Nexquipayac ya vendieron parte de sus tierras.
En 2009, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) inició la compra de
terrenos para crear una zona de mitigación y emprender con el rescate
ecológico en el lago de Texcoco. La intención de las autoridades
federales es adquirir más de dos mil hectáreas de los ejidos Santa
Isabel Ixtapa, Nexquipáyac, Atenco, Ampliación San Bernardino,
Chimalhuacán y Huexotla.
El gobierno federal también analiza ampliar el Aeropuerto
Internacional de la Ciudad de México, lo que se realizaría en predios
federales.
“El proyecto sigue siendo el mismo: el aeropuerto. Le cambian
nombres, como proyecto Lago Ecológico, Ciudad Futura, pero todo es lo
mismo, el despojo de la tierra por parte del gobierno federal. Nosotros
seguimos luchando, defendiendo la tierra”, asegura el dirigente del
Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra.
La estrategia del FPDT es combinar la lucha legal, asesorados por especialistas, con movilizaciones.
Por ello los activistas impugnaron ante el Tribunal Unitario Agrario
la asamblea del 1 de junio, donde se cambió el uso del suelo y dominio
pleno de mil hectáreas, situación que también los llevó a interponer un
amparo al respecto.
El pasado 22 de agosto se realizó audiencia en torno al citado amparo
en el Tribunal Unitario Agrario con sede en Texcoco. El FPDT marchó de
su comunidad y fue recibido en Texcoco por ejidatarios, priístas y
supuestos golpeadores, jóvenes del mismo pueblo a los que presuntamente
pagaron para agredir al movimiento.
El FPDT igualmente prepara un amparo colectivo de todas las
comunidades involucradas: Atenco, Nexquipáyac, Acuexcomac, La Magdalena y
Tocuila, entre otras.
“Nuestro objetivo es decir a los gobiernos estatal y federal que no
estamos de acuerdo con el despojo que están haciendo, con las formas tan
sucias que están utilizando para aprovecharse de la necesidad de las
personas”, subraya Rojas.
Medina Silva coincide que si bien el supuesto progreso llegará a toda
esta región del Valle de México, muchos pobladores quedarán excluidos
de sus beneficios.
“Si así va a ser el progreso va a estar medio canijo, que nos
prometan progreso pero que también nos digan ‘tienes que pagar por él’.
¿Y el dinero público y las obras públicas? Nada más nos vamos a quedar
viendo a los que puedan pagar, porque hay más que no pueden pagar, ni
empleo hay”, insiste.
Espinoza Rojas advierte que el proyecto de Ciudad Futura incluye
todo, incluso el aeropuerto, en predios que van de Chimalhuacán hasta
Acuexcomac, Atenco, donde habrá complejos comerciales, habitacionales,
lagos y clubes de golf.
“Es una ambición desmedida de los gobiernos federal y estatal en la
que se quieren llevar todo. Como hemos dicho, pobre pueblo que sea dueño
de algo que le interese a los políticos, porque en ese momento su ardid
es decir que va a entrar el progreso”, enfatiza.
Concluye: “Le decimos al gobierno federal, representado por el
presidente Enrique Peña Nieto, que si nos tiene que acabar que se apure,
porque lo que está haciendo se llama despojo y no lo vamos a aceptar.
Nuestros enemigos no son los del pueblo, el enemigo verdadero es el
gobierno federal”.
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