Al presidente de la hermana República Bolivariana de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías
Al señor embajador de Venezuela en México, Excmo. Señor Trino Alcides Díaz
Al digno y solidario pueblo venezolano
Después de aquel miércoles 23 de junio, el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, acompañado por organizaciones hermanas del pueblo de México, ha regresado de nueva cuenta hasta este territorio venezolano para decirles GRACIAS.
Aquella mañana, nuestra compañera América Del Valle tomó la decisión de solicitar exilio en su territorio debido a que habían pasado ya más de 4 años desde que se vio obligada a salir de nuestro pueblo por la persecución que los malos gobiernos de este país habían emprendido en su contra y también en contra de nuestra lucha en defensa de la tierra, encarcelando, hasta aquel momento, a 12 personas con injustas sentencias de 31, 67 y 112 años de prisión.
No obstante, y muy a pesar de lo que se pudiera haber pensado en torno a nuestra derrota, los magistrados de la Suprema Corte votaron a favor de la libertad de todos ellos en un acto que terminó por entregarnos, una vez más, lo que siempre pregonamos, la razón.
Tras este acto de congruencia jurídica, a estos malos gobiernos no les quedó otra opción más que desistirse de la agresión. Y es que este proceso tuvo efectos en la cancelación de varias órdenes de aprehensión que amenazaban con despojarnos de la libertad nuevamente, entre ellas, la que pesaba en contra de nuestra compañera.
Por lo que hoy, puede regresar a su casa, a las tierras que defendimos juntos desde 2001, al lado de sus amigos, vecinos, compañeros y familiares; por lo que hoy, como lo dijimos a la salida de aquella instancia federal con la libertad de nuestros compañeros en las manos, ¡¡¡nuestra compañera América es Libre!!!
En aquellos días cercanos a la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, teníamos la confianza de alcanzar el triunfo y muy a pesar de la preocupación por nuestra compañera, teníamos también la confianza de que ustedes, hermanos venezolanos, jamás le darían la espalda a su petición de asilo político y resguardo. No olvidamos, cómo hacerlo, que en aquellos amaneceres del siglo XIX, Simón Bolívar, decidió emprender la lucha por la libertad de nuestra América.
Independientemente de las coincidencias en los nombres, sabíamos que los hijos del Libertador no podían dejar de prestar atención frente a la injusticia que se estaba cometiendo y que la recibirían y protegerían. Así sucedió hasta el último momento de su persecución y si hoy se va de esta Embajada, es abrazada por el cariño de nuestro pueblo y no por el del odio estatal que intentó hacerla culpable siendo inocente.
Por ello, como lo dijimos ya un poco antes, el pueblo de Atenco, el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra y todo nuestro pueblo mexicano no puede estar más que en deuda con ustedes e infinitamente agradecidos por su sensibilidad, por su solidaridad y por su eterno compromiso con la justicia y los valores de las causas y luchas populares que traspasan fronteras geográficas pero que unen nuestros brazos y corazones.
Siendo así, hoy queremos iniciar una nueva historia, un compromiso con ustedes. Queremos que sepan que Atenco es hoy, un pueblo que llevará a Venezuela en su corazón por siempre. Ya nos había tocado indignarnos y pronunciarnos en contra de la agresión de los poderosos no sólo venezolanos sino de este planeta, de los Estados Unidos, cuando en abril del 2002 decidieron echar abajo el proceso revolucionario, social, incluyente y democrático que venía gestándose desde la administración de Hugo Chávez; ya nos había tocado estar con ustedes en el Festival Mundial de la Juventud en agosto del 2005 para aprender de ustedes, de sus experiencias y para compartirlas con demás luchas y pueblos… En fin, ya nos había tocado estar cerca de ustedes, pero nunca como ahora, nunca como en este momento de felicidad, victoria y hermandad.
Por lo que este compromiso se redoblará. Nuestro pueblo, hablando del mexicano, comparte la sed de soberanía y la construcción un destino mejor y diferente, levantado por las manos de los de abajo, por lo que ser Venezuela el día de hoy, significa ser Cuba, significa ser México, significa ser toda la América Latina unida, desde el Río Bravo hasta la Patagonia, en contra de los designios imperialistas y depredadores.
Entendemos perfectamente que esto es lo que simboliza el día de hoy la Revolución Bolivariana venezolana para todos los descobijados de nuestro continente y del mundo, por lo que hoy, decir Atenco es también decir Zamora, Zulia, Caracas, es decir también Venezuela.
Sepan entonces también, hermanos venezolanos, que nunca dejaremos de acompañarlos, que nunca dejaremos de hacer solidaridad con ustedes. Que allá, en la Ribera del Río, en aquellas tierras que tanto se codician por los poderosos desde 1573, desde los tiempos de los hijos de Netzahualcóyotl, en aquel territorio que se niega a intercambiar su historia, sus raíces y cultura por la construcción de pistas aeroportuarias y demás proyectos del gran capital, este pueblo de humildes trabajadores del campo, de maestros, de estudiantes, de costureras, de amas de casa, es también su pueblo.
¡Viva la Republica Bolivariana de Venezuela!
¡Viva el pueblo venezolano!
¡Viva la hermandad entre los pueblos de América Latina!
¡Venezuela vive, la lucha sigue!
¡Venezuela vive, la lucha sigue!
¡Atenco vive, la lucha sigue!
¡Atenco vive, la lucha sigue!
¡Zapata vive, la lucha sigue!
¡Zapata vive, la lucha sigue!
FRENTE DE PUEBLOS EN DEFENSA DE LA TIERRA
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