A 6 años de la represión en San Salvador Atenco, en un sexenio “de la
transición” dirigido por Vicente Fox, en un contexto electoral
caracterizado por un clima político confrontativo entre los grupos de
poder, como fue la intención de desaforar al Jefe de Gobierno Capitalino
y en el inicio del gobierno priísta de Enrique Peña Nieto, se generó un
perfecto contubernio, en el que se prioriza la instalación de intereses
trasnacionales, como fue la ampliación del Aeropuerto Internacional de
la Ciudad de México en el territorio del Frente de Pueblos en Defensa de
la Tierra (FPDT), de la mano con la Comisión Sexta de la Otra Campaña
del EZLN.
Lo ocurrido en Atenco significó un parteaguas en la tensa calma que los
movimientos sociales guardaban con el gobierno, exhibiendo nuevas
formas y técnicas de represión social, planeadas desde el poder mismo
del estado sin importar partidos políticos ni niveles de gobierno.
Esta cara cruel se cristalizó en todo tipo de violaciones a los
derechos humanos: más de 200 detenciones arbitrarias, allanamientos,
torturas, torturas sexuales a hombres y mujeres; y los asesinatos de
Javier Cortés (14 años) y Alexis Benhumea (20 años). A esto se sumó el
encarcelamiento de los líderes con sentencias absurdas de más de 100
años de cárcel, todo ello sin pruebas, dejando al desnudo que el estado
de derecho en México es “el derecho del Estado a reprimir y permanecer
impune”.
A pesar del esfuerzo de denunciar las graves violaciones a los derechos
humanos ante organismos nacionales e internacionales, de tener el apoyo
de múltiples centros de derechos humanos, grupos y movimientos
sociales, a pesar de tener la legitimidad histórica y la razón, la
impunidad ha sido la moneda de cambio que han recibido del gobierno
mexicano.
El actual gobierno de Calderón ha mostrado su carácter
policiaco-militar incrementando la represión. Así como la política de
protección e impunidad de los actores materiales (policías estatales,
federales y militares) y de los intelectuales VICENTE FOX, ENRIQUE PEÑA
NIETO, WILFRIDO ROBLEDO Y EDUARDO MEDINA MORA, que aún continúa.
Ahora la guerra se da contra toda la población, dejando como saldo: 60
mil asesinatos, más de medio millón de desplazados, 76 periodistas
asesinados, más de 18 mil desaparecidos, miles de torturados,
detenciones arbitrarias, criminalización de la protesta social,
juvenicidios y feminicidios.
En este panorama desolador de guerra y sangre seguimos escuchando las luchas de resistencia en las voces del FPDT y de las mujeres de Atenco,
que a seis años siguen exigiendo justicia para que los cuerpos de las
mujeres no sigan siendo usados como botín de guerra, señalando los
responsables del operativo del 3 y 4 de mayo de 2006, denunciando la
tortura sexual a la que fueron sometidas por parte de los agentes de
seguridad. Demostrando una y otra vez que el objetivo de desmembrar el
cuerpo de una mujer o un hombre, el cuerpo del colectivo a través de la
represión, es infundir el miedo y la parálisis, pero esto en Atenco ¡no
se cumple!
Sus pobladores, siguen siendo un ejemplo de la transformación del miedo
en rabia organizada. Las y los sobrevivientes de tortura hicieron con
su rabia un grito colectivo de justicia, a seis años estas voces no se
callan, contagiando a otros y otras con su ejemplo.
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colectivo@contralatortura.org ccti_gro@yahoo.com.mx
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El CCTI está dispuesto a seguir acompañando la lucha de resistencia de
las mujeres y hombres de Atenco hasta encontrar justicia y eliminar la
Impunidad.
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