Acusan al organismo de presionarlos con clausura de pozos y reducción del suministro
Ejidatarios de Atenco rehúsan vender tierras a Conagua
René Ramón
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 8 de mayo de 2013, p. 41
San Salvador Atenco, Méx., 7 de mayo.
Habitantes de los núcleos ejidales de San Salvador Atenco, asentados
en las parcelas que se encuentran en la ribera de Texcoco, determinaron
no vender sus tierras de uso común a la Comisión Nacional del Agua
(Conagua), donde el gobierno federal ha intentado construir el nuevo
aeropuerto internacional de la ciudad de México, informó el Frente de
Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT).
Bernardino Cruz Cardona y María Trinidad Ramírez Velázquez,
dirigentes del FPDT, denunciaron que, para presionarlos, la Conagua
colocó sellos de clausura en los pozos de agua Dios Tláloc y La
Purísima, con el pretexto de que los ejidatarios no renovaron las
concesiones, además de que redujo el suministro en los pozos Contreras 1
y Potrero, mientras que en otros dos la Comisión Federal de
Electricidad (CFE) pretender facturar una cantidad superior a la tarifa
de riego autorizada.
Son seis pozos donde la Conagua y la CFE nos han causado problemas. Logramos que quitaran los sellos de clausura en dos, y el miércoles 8 nos reuniremos con representantes del organismo de cuenca de la Conagua en el Valle de México, a fin de solucionar el conflicto, precisaron.
La Conagua ha comprado en los siete años recientes tierras en los
municipios de San Salvador Atenco, Texcoco y Chimalhuacán, como parte
del proyecto
zona de mitigación y rescate ecológico del lago de Texcoco, el cual –según la dependencia–, busca construir sistemas de riego y drenaje, vialidades de acceso y un parque 23 veces más grande que el bosque de Chapultepec, para resguardar el sistema hídrico y ambiental de esta zona.
Sin embargo, según los dirigentes del movimiento campesino y
social, la adquisición de terrenos en el comisariado ejidal de
Nexquipayac fue irregular, ya que se incumplió el artículo 80 de la Ley
Agraria Nacional, que indica que los ejidatarios deben notificar a
esposas, concubinas e hijos su decisión de vender la propiedad de uso
común del ejido.
Explicaron que a mediados de abril se llevó a cabo la asamblea donde
se acordó que las tierras propiedad de todos los campesinos no se
repartirán a ningún solicitante. Recordaron que entre 2006 y 2010 la
Conagua compró más de 600 de las 2 mil 500 hectáreas de uso común de los
ejidos de Santa Isabel Ixtapa, Francisco I. Madero y Nexquipayac. Sólo
en esta última comunidad fueron 320 hectáreas.
Trinidad Ramírez Velázquez advirtió que mientras el ejido de Atenco
no venda sus parcelas de uso común, el gobierno federal no podrá
construir el aeropuerto.
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