San Salvador Atenco, 8 de abril 2018.
Pueblos de la región oriente del Estado de México y pueblos y organizaciones de Ciudad de México nos reunimos con la finalidad de reencontrarnos y exponer cada quien la situación que vivimos en nuestras comunidades, colonias y entornos donde habitamos, pues la imposición y reactivación de la construcción del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México que se formaliza en septiembre de 2014, ha acarreado de manera acelerada la devastación de nuestro entorno agraviando los recursos naturales con los que cuenta toda la región. Cerros, caminos, flora, fauna, zonas arqueológicas, agua, tierra y nuestra convivencia que tenemos haciendo de esto, la vida comunitaria, está siendo violentada a partir del empecinamiento de construir el NAICM, donde los tres niveles de gobierno, instituciones traidoras y autoridades locales como los comisariados ejidales de las respectivas comunidades han operado permisos ilegales y entreguismo a espaldas y contra los bienes comunes de los pueblos.
En este encuentro volvemos se reafirman distintas violaciones a nuestros derechos y leyes: como el derecho a la consulta e información previa, se viola el derecho a la salud y seguridad, se imponen asambleas ilegales, se violan amparos que están en proceso mientras las empresas, el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México y los acuerdos arteros de las autoridades, avanzan y permiten la destrucción de nuestras comunidades. En fin, los pueblos que nos encontramos en esta ocasión y muchos otros que también resisten, sufrimos una cadena de agravios que llevan el sello de la corrupción y la imposición ilegal.
Otro tema es el de la represión y amenaza permanente a las personas y pueblos que se oponen abiertamente al saqueo. Chantajes, manipulaciones, grupo de choque y amedrentamiento de los gobiernos e incluso, personeros de las empresas, es el común denominador en todos los casos.
Los pueblos de por lo menos 9 municipios circunvecinos en el oriente del Estado de México y organizaciones solidarias, vemos la necesidad de seguir construyendo alianzas y lazos que nos permitan resistir y organizarnos juntos, no sólo para defender los recursos naturales que nos arrebatan y amenazan, sino para resistir y condenar la construcción del NAICM, origen de todos los males que nos aquejan en por lo menos 17 años, pues no olvidamos que desde el gobierno de Vicente Fox Quesada, en 2001, ya se había impuesto la construcción del NAICM en tierras ejidales y comunales de Atenco y Texcoco, en ese entonces, y que hoy, prácticamente ese territorio y aún más extenso, alcanza a los pueblos de toda la región, por lo que asumimos que el problema no se reduce a un pueblo o a otro, o a que las afectaciones son menores para unos y otros. Por el contrario, la construcción del NAICM es una suerte de maldición para todas y todos los habitantes de la Cuenca del Valle de México, y es aquí donde nuestros vecinos de la Ciudad de México, tendremos que unirnos para integrar una fuerza capaz de revertir y cancelar de manera definitiva ésta obra que sepulta y condena la vida.
Existe la necesidad y la tarea de seguir profundizando en la consciencia colectiva para comprender la magnitud del problema que tenemos enfrente. Las consecuencias que hoy sufrimos en nuestros pueblos, se pueden seguir agudizando a corto y mediano plazo. Pero de no proponernos cancelar la obra de muerte, en cuestión de unos años no sólo quedaremos extintos geográficamente hablando, sino las crisis, y principalmente la crisis del agua, será un crimen irreversible que van a pagar nuestros hijos, sus hijos y los hijos de sus hijos.
Los pueblos tienen de su lado la razón, tienen la moral y legitimidad para levantar la voz. Es nuestro derecho organizarnos, es nuestro derecho unirnos para pelear y resistir una embestida que no será fácil, pero en un país como el nuestro, no tenemos opción más que de defendernos con nuestros medios y nuestras formas. Las instancias internacionales no están descartadas y mucho menos la movilización y participación activa.
Nos quedamos con muchas tareas, propuestas e ideas para construir la fuerza colectiva y popular que eche abajo el aeropuerto y negocio millonario. Nos quedamos con el ánimo y la moral de que estamos haciendo lo correcto y lo que nos corresponde: luchar, resistir, construir, no vendernos, no derrotarnos.
Mientras tanto, la tarea inmediata que tenemos es volver a encontrarnos en la comunidad de Ixtlahuaca, del municipio de San Martín de las Pirámides el domingo 15 de abril, a las 12 horas para seguir dialogando y afinando tareas que apunten contra el mega negocio de muerte y la unidad de los más posibles.
Acuerdos por afinar:
- Marcha de Teotihuacán a la autopista de Texcoco,
- Campaña de contra-información en los pueblos de toda la región donde se anuncie que somos más de un pueblo en resistencia y luchando, que es necesario que el NAICM se cancele de manera definitiva por todas las consecuencias catastróficas que agravian a los pueblos de toda la Cuenca del Valle de México y su existencia.
Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra-Atenco
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