El día 15 de mayo es un día importante y significativo para nuestras comunidades pues es el inicio del ciclo agrícola en la región y se conjunta con la fiesta en honor a San Isidro Labrador.
La jornada inicia desde temprano, en el atrio de la Iglesia, donde la banda de viento interpreta las mañanitas y algunas otras melodías para San Isidro, hay cohetes y posteriormente salen de la iglesia algunas personas del pueblo con San Isidro para llevarlo en carreta o tractor acompañado de una caravana a visitar a los pozos de riego de los diferentes ejidos, ahí se realizan oraciones y peticiones para que San Isidro interceda y provea de lluvias que den buenos cultivos y posteriormente se recolecten abundantes cosechas.
Los encargados de cuidar los pozos de riego reciben a San Isidro y los colocan en un altarcito para escuchar las plegarias colectivas y al terminar el rezo ofertan a los que van en la caravana un refresco, galletas o un taquito según se organice la gente de la unidad de riego y después de convivir un momento entregan a San Isidro con los encargados en turno de organizar esta festividad y continuar el recorrido a otro pozo.
El recorrido permite admirar el paisaje de nuestra tierra que seguimos defendiendo, se observa como ha comenzado la preparación de los terrenos para recibir generosamente la semilla que habrán de depositar en la tierra con los mejores deseos y cuidados, con ese gran amor a la tierra que se verá recompensado cuando empiecen a brotar las siembras y posteriormente lleguen a madurar y dar frutos.
A lo largo del recorrido y al son de la música se va uniendo mas y mas gente a la caravana, habiendo visitado San Isidro todos los pozos del ejido de Atenco la caravana se encamina al parque ejidal “Los Ahuehuetes”, ahí es el ultimo pozo que visita San Isidro, en el lo recibe el comisariado ejidal en turno y de ahí San Isidro llega a un altar improvisado dentro del parque para que todos escuchemos la misa que en su honor oficia el padre de la comunidad.
Para el momento de la misa ya se han dado cita familias enteras para escuchar misa y convivir compartiendo los alimentos que llevan para degustar en el parque.
Al caer la tarde después de que San Isidro ha dejado sus bendiciones por todo el ejido es hora de acompañar a San Isidro de regreso al templo del Divino Salvador donde habrá de esperar hasta el próximo año en que visite nuevamente nuestro pedacito de Patria.
Así es como les compartimos otra de nuestras tradiciones que nos identifican y amalgaman como pueblo originario que ama y defiende la tierra.
San isidro
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