A los maestros, a los estudiantes, a los campesinos, colonos, a las organizaciones sociales del país y del mundo, a ti compañero y compañera que te organizaste con nosotros desde el primer momento en que ocurrieron los sucesos de 2006 y en la Campaña Libertad y Justicia para Atenco, que nos acompañaste en marchas bajo la lluvia y el sol, en mítines y más, que acudiste a nuestro llamado para protestar contra la injusticia y por la libertad; a ti, hermano y hermana que no podemos anotar en estas líneas pues sería imposible nombrar a todos los que se solidarizaron con nosotros pero que nunca dejaron de creer en la verdad y que hoy orgullosamente pueden decir: hace 1 año vencimos, derrotamos al gobierno.
Estas líneas son para ti, para agradecerte tras el aniversario que se cumple de la libertad de nuestros expresos políticos en Atenco. Y es que lo que hicimos entre todos no se trató de cualquier cosa: tiramos condenas de hasta 112 años de prisión. Enrique Peña Nieto se tragó su soberbia, esa con la que durante años se dirigió a nuestro caso y que incluso lo llevó a decir que “de ser necesario, volverían a actuar en Atenco como lo hicieron en su momento…”. Sus pruebas falsas y procesos amañados siempre fueron insostenibles y el desistimiento de las ordenes de aprehensión, la libertad plena y absoluta de todos nuestros compañeros nos habla de que siempre tuvimos la razón y de que lo pensaran no dos ni tres veces sino muchas más antes de volverse a meter y a confrontar a este digno pueblo. Pero además, algo que nadie puede negar es que con su sangrienta incursión del 3 y 4 de mayo del 2006 esperaban poner fin a esta hermosa lucha de resistencia coordinada desde el Frente de Pueblos., Deseaban que la gente en Atenco no volviera a ver con esperanza, que temiera organizarse frente a la posibilidad de que les pasará lo que a todos nuestros compañeros presos y perseguidos de no volver a poner un pie en nuestras calles. Sin embargo, aquí estamos todos, no falta ya ninguno: cada uno de nuestros compañeros ha ido regresando y las ganas de seguir defendiendo nuestra tierra y de hacer más por nuestro pueblo no han podido ser extinguidas.
Igualmente, la libertad estuvo revestida de cualidades aún mayores. Y es que aquellos, los neoliberales, se sienten invencibles. Desde hace casi ya 3 décadas suman arrebatos y despojos en contra de los de abajo. Nos quitaron los ferrocarriles, los teléfonos, la banca, las industrias y así se fueron deshaciendo de las riquezas de este país para ponerlas al servicio de capitales privados. Nadie los había detenido hasta que se toparon con este pueblo. En consecuencia actuamos y vencimos, y ellos respondieron con la cárcel y la violencia. Es cierto que fueron 4 largos años, pero finalmente triunfó la razón y les obligamos a abrir las puertas de sus prisiones. Es decir, hemos vuelto a demostrar que al Estado, con la organización y decisión por delante, se le puede vencer y obligar al sometimiento popular. Por ello, compañeros, a un año de distancia, volvemos a decirles: ¡organícense, luchen, que al gobierno se le puede derrotar!
Esto no quiere decir que nos hemos cruzado de brazos ni que lo haremos. Es verdad que estamos todos de regreso, sin embargo, hay compañeros que aún siguen procesos legales tras dejar la prisión. Por ellos, aún hay que seguir luchando para conseguir la libertad no sólo física sino también definitiva. De las violaciones, asesinatos, torturas y demás delitos cometidos ya se cumplieron 5 años y no vamos a permitir que sea ni uno más, por lo que no descansaremos hasta alcanzar el castigo para los represores y la justicia para nuestras compañeras ultrajadas sexualmente, para las familias de los asesinatos y para quienes aún no terminan por alcanzar su completa libertad.
Con aquella victoria cerramos una etapa más pero no significa que la lucha haya terminado aquí, porque a lo largo y ancho de este país la represión es la única respuesta de los malos gobiernos frente a la movilización del pueblo. De ella, centenares de luchadores sociales se encuentran privados de su libertad injustamente y por eso vale la pena terminar de una vez por todas con la criminalización de la protesta social. Pero además, está el caso de nuestros compañeros del SME, de Chéran, de Copala y más. Falta hacer mucho por ellos, por los mineros, por las comunidades zapatistas y por este digno pueblo mexicano. ¡Y debemos hacerlo!
Finalmente, queremos decirles que además de todos estos compromisos, el Frente de Pueblos aún tiene uno más. Y es precisamente el que nos dio la oportunidad de derrotar al gobierno por primera vez: la defensa de nuestras tierras. Como todos sabemos, el gobierno federal “babea” por ellas. Desde hace más de 3 años anunció la reactivación del proyecto de Aeropuerto y aunque ha dicho que se haría sin tocar nuestro territorio pues sería construido en zona federal, ha iniciado una ofensiva silenciosa a lo largo de nuestros pueblos. Con engaños y chantajes, amañando asambleas ejidales, mediante CONAGUA, ha comprado tierras supuestamente para realizar un proyecto de recuperación ecológica. En algunos lugares lo ha conseguido, en otros, como en la cabecera municipal, se ha ido con las manos vacías. Sabemos que su intento no terminará ahí, la amenaza tiene muchos nombres, ya sea cambio de uso de suelo o dominio pleno, Eruviel Ávila y sus jefes Enrique Peña Nieto, Arturo Montiel o el Grupo Atlacomulco, cualquiera que fuesen, el gobierno continúa empecinado. Por ello, compañeros, hacemos un llamado a que, como siempre, nos acompañen.
Para ello, entendemos que la lucha pasa por sembrar nuestras tierras, por trabajarlas, como históricamente lo hemos hecho, con nuestros eternos compañeros el machete, la hoz y el azadón, venciendo los escasos recursos e incluso a la propia naturaleza. El verde con el que han estado y pronto estarán revestidos nuestros terrenos, al mostrarse presuntuosos nuestros maizales, esta es la advertencia más grande al gobierno de que estas tierras no son improductivas, no son ociosas y de que estamos dispuestos a todo para defenderlas. Escuchen bien, entonces, Calderón, Peña Nieto, Eruviel Ávila y dueños del dinero, que aquí, en la Ribera del lago, en estas tierras que tanto se codician desde 1573, nosotros, los hijos de Netzahualcóyotl, este pueblo de humildes trabajadores del campo, de maestros, de estudiantes, de costureras, de amas de casa, les decimos que no estamos dispuesto al arrebato y que hoy nuestro grito es:
¡Justicia para nuestros compañeros!
¡Castigo a los represores y asesinos de Atenco!
¡La patria no se vende, se ama y se defiende!
¡Atenco no se vende, se ama y se defiende!
¡Zapata vive, la lucha sigue!
Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra
30 de junio del 2011
30 de junio del 2011
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